La prueba del delito. Matías Gómez en La maquiladora


Tengo un amigo que se excita mirando sus propios videos subidos a páginas de pornografía amateur. En los videos la cámara lo enfoca del cuello para abajo mientras él se masturba. Mi amigo se masturba mirándose a sí mismo masturbarse. Le dije que aunque la imagen fuese de él mismo, masturbarse mirando a un tipo que se masturba era cosa de putos. No soy puto, dijo él. Sé que mi amigo no es puto principalmente porque en Provincia de Buenos Aires no hay putos. Los putos de Provincia se hacen travestis o se van a vivir a Capital. Al menos donde vivo yo. Además llegué a conocerle una novia. Se llamaba Lucía y no era tan fea. Mi amigo quería filmarse cogiendo con su novia y después subir el video a Internet. Se lo propuso y ella dijo que no. Entonces él programó su cámara de fotos en función filmadora, la escondió debajo de una pila de ropa sobre la mesa del televisor y la prendió mientras ella estaba en el baño. A la cámara de fotos la había comprado robada, por Flores...

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